No es un secreto que, desde las etapas iniciales los humanos hemos requerido de la naturaleza para la sanación de nuestros males.
El empirismo que guio a muchos se fue transformando en fundamento científico. Hoy en día estos tratamientos aborígenes se han comercializado globalmente y han incrementado su uso en diversas áreas de la salud.
El concepto de fitoterapia se refiere al uso de plantas medicinales con fines terapéuticos, incluyendo las hojas, flores, raíces o extractos que se puedan derivar.
Si bien esta terapia es aceptada por la OMS aun no se ha logrado establecer una armonía perfecta con los medicamentos convencionales.
Muchos de las fitoterapias conocidas se utilizan de manera complementaria al tratamiento convencional o de manera preventiva. Se han encontrado plantas medicinales con funciones antivirales, antibacterianas, antifúngicas, moduladoras del sistema inmune y sus células, entre otras.
Entre las plantas medicinales, una de las más estudiadas es la Pelargonium sidoides, que tiene efectos prometedores a la hora de tener infecciones virales de vía respiratoria y de manera preventiva al modular al sistema inmune y fortalecerlo.
Además, otras plantas famosas son la Hedera hélix, conocida como la hiedra común, la Ginkgo biloba, Allium satimum, etc.
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